28 oct 2013

Un eslabón perdido...

Me perdí al igual que lo hace el ultimo eslabón de la cadena. El último no tiene continuidad. Solo lleva a cuesta el peso o el sentido de pertenencia a algo que a partir de él deja de ser.

"La vida es muy perra" ya lo dijo Silbia Abascal al sufrir un quiebro su vida el 2 de abril de 2011.

Uno puede poner toda la fuerza, la actitud así como tener toda la motivación necesaria para querer seguir con su vida. Sin embargo a veces la vida no es de uno por un espacio corto de tiempo. Y lo acoto en el tiempo, porque si es cierto que somos responsables de como asumimos y enfrentamos los quiebros que nos pone pero no decidimos algunas cosas que nos depara la vida.

Yo no elegí quedarme sin madre con ocho años, tampoco elegí a la mujer de mi padre y no elegí tener un cáncer. Y estas tres cosas han marcado mi vida. Siempre he pensado que cada una de ellas me han traído sin yo pedirlo un lado bueno, un lado humano que solo puedo aceptar desde un prisma de privilegio, pues si no lo hiciera así, la desdicha de cada una de las decisiones que la vida ha tomado por mi, me hubieran llevado a un lado mucho mas oscuro y en el que no he deseado nunca entrar.

Mi palabra se llama aceptar. Y cuesta tanto llegar al sentido mas profundo de esa palabra. Cuando la vida de uno se rompe en mil pedazos uno puede elegir recoger cada uno de esos trozos y recomponer su vida, aunque el resultado no tenga nada que ver con el inicio. Dejé de ser una niña demasiado joven y dejé de tener lo que mas anhelaba por un amor. Dejé una vida estructurada hace apenas 14 meses y todavía ando en el desierto aunque vislumbre un oasis en el horizonte de mi visión. 

Cuando lo pierdes todo, y digo todo lo que un día para uno llega a ser lo mas importante, uno mira de frente al mayor miedo que es no tener salud. Detrás de esto, viene todo lo demás. En un año y medio perdí mi casa, perdí mi trabajo, perdí mi libertad financiera, perdí mi independencia, perdí tantas cosas que uno puede rozar la locura. 

Puedes volver a leer, perdí cosas, solamente cosas. Las razones importantes de mi vida siguen estando a mi lado. No he perdido la esencia de quien soy, tampoco lo que sé y ni siquiera se han alejado aquellos a quien quiero. Necesito tener esto presente. Es importante cuando uno se pierde, como me he perdido yo unos cuantos meses, saber que el tiempo marca etapas sin embargo quien las escribe es uno mismo.

Vengo del desierto, vengo rota. Llego siendo el último eslabón de una cadena que pesa demasiado. Pero no me olvido que la que vuelve soy yo, con la fuerza necesaria, con la vista al frente mirando arriba, con la cabeza erguida.

Vuelvo a comenzar de nuevo mi cadena...:)